lunes, 3 de diciembre de 2018

Coches

(Fotografía de Robert Doisneau)

[Al Cowboy Carlos Romano de la Parra Silva]

Hace un año me robaron el Aston Martin azul. Me lo habían regalado mis padres. La policía dijo que buscaban dinero y joyas, pero que al no hallarlas, se llevaron los coches. Los otros eran obsequios que hice a mis hijos por sus cumpleaños: Un Maserati plateado y un Ferrari amarillo.
Las grabaciones mostraban a dos individuos saliendo con una bolsa de deportes y mi sombrero de tratante de ganado. 
          Días después, otras imágenes nos trajeron pésimas noticias. Mi familia, conocedora de que la ilusión de mi vida había sido el Jaguar «E», descapotable, biplaza rojo, me lo regalaron por mi cumpleaños.
          El Aston Martin representaba para mí la pérdida de la juventud. Días después de la Navidad de 1965, mi padre me dijo que partía con mis hermanos a Alemania, que aquí no había trabajo, y que en delante iba a ser yo el «hombre de la familia». Abandoné el coche de cuerda, la escuela diurna y me puse de mozo en un comercio.
          El Jaguar representa el paso brusco de la madurez a la vejez.

          Hace unos días, mis nietos se han presentado en casa diciendo «mira abuelo, un Fórmula 1», y me pasean en él.

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Con este microrrelato he participado en la convocatoria del concurso Esta Noche Te Cuento, en el que se proponía crear una historia inspirada en la fotografía realizada por Robert Disneau


sábado, 24 de noviembre de 2018

Conversación con mi peluquera

(Fotografía de Víctor Lax) 



Cuando se murió mi marido lo tuve claro, nada de llevar sus restos al cementerio de la Almudena y tener que ir los fines de semana a llevarle flores, novedades y reproches. Como además de mi pensión me quedó la de viudedad, decidí que esta me la gastaría en arreglarme. Así pues, lo incineraron y sin que nadie lo supiera tiré sus cenizas en el cine París. Entonces sí, cada vez que había estreno, compraba un clavel y me iba a visitarlo en mi butaca preferida. Nunca pensé que el cine cerrase, me disgusté cuando abrieron los Salones Reina, pero me vino bien. Empecé a venir a tu peluquería, me aviaba con mis mejores vestidos, me presentaba por parte del novio y me sentaba en la tercera mesa de la izquierda, donde aproximadamente reposaba mi marido. Hice buenas amistades. Si había promociones comerciales, allí estaba yo, no compraba nada y me traía el regalo. Sin embargo, como sabes, con la crisis el salón cerró y abrieron el  Mercadona. Mi marido queda justo en la sección de charcutería, estará contento con lo que nos gustaban las gallinejas, pero ahora sí, chica, me remuerde la conciencia y me he hecho vegetariana.

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Con este microrrelato he participado en la convocatoria del concurso Esta Noche Te Cuento, en el que se proponía crear una historia inspirada en la fotografía realizada por Victor Lax.

domingo, 28 de octubre de 2018

14 de abril de 1938

[Instalación de la artista plástica Fardou Keuning - Fotografía de Manu Espada]

—¡Que nadie se mueva de su sitio hasta que me digáis quién ha dibujado esa bandera y escrito esa frase en la pizarra!—dijo la mujer vestida de azul y con boina roja que ejercía de maestra  en la prisión de mujeres republicanas de La Fábrica de Sedas de Talavera de la Reina.
          Hoy en día se conservan dos láminas en las paredes del aula, una representa a Isabel la Católica y la otra a Santa Teresa de Jesús. Frente a ellas permanecen sentados en sus sillas los esqueletos de todas las presas.

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Escrito para los Viernes creativos en de Ana Vidal, en el que hay que escribir un texto que te inspire esa fotografía.


jueves, 18 de octubre de 2018

Teoría y práctica literaria

(Tomada de Internet)

            Las autoridades policiales no se explican que la ciudad haya pasado a ser más segura —con la casi total desaparición de las peleas entre las bandas callejeras— después de que durante el último mes aparecieran diversos delincuentes juveniles mal heridos con arma blanca. Sin embargo, el claustro de profesores aplaude a Don Leoncio, profesor de Literatura, por su efectividad al implantar los talleres de análisis teórico y práctico de los duelos en las novelas del Siglo de Oro.

jueves, 27 de septiembre de 2018

La mujer de la estación

(Fotografía de Vivian Maier)



            Todas las tardes baja a la estación convencida de que volverá arrepentido. Pero ella lo hará sufrir, pagará por estos años sin una carta en la que pida perdón o dé razones. Todas las tardes, desde Oropesa a la estación, con alas de esperanza cuesta abajo, para regresar cuesta arriba con el peso de la frustración. Cuando llega el tren procedente de Madrid, envuelto en vapor y chirridos de llanto, pasa las manos por los pliegues de su falda, se estira la chaqueta, alza la barbilla, el corazón se le acelera, y ella se bate entre la ilusión y el temor. Los vecinos del pueblo, acostumbrados a su uniforme de viuda, la ven como si fuera el jefe de una estación de luto. Durante un tiempo trató de disimular, que si entretenimiento, ver gente diferente, observar las parejas tras los cristales. Pero ya no finge. Ella está esperando a su prometido, aquel joven que le juró amor y felicidad, y que un día desapareció sin decir adiós.
            Mas ese joven no volverá porque nunca se fue, sus restos descansan no muy lejos de allí, en una fosa cerca del cambio de agujas.
            Algunos, en el pueblo, lo saben, pero callan.


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Con este microrrelato he participado en la convocatoria del concurso Esta Noche Te Cuento, en el que se proponía crear una historia inspirada en la fotografía realizada por Vivian Maier. 

martes, 28 de agosto de 2018

Memoria de sombras

(Fotografía de Cristina García Rodero)




                ¿A quién quieres más, a papá o a mamá? La verdad es que nunca supe contestar a esa pregunta tan malvada.
                     No rememorar los primeros años de nuestra vida es un mecanismo necesario para liberar a la persona de la dependencia de los padres. El placer de la lactancia, los arrumacos, las risas, las noches en vela, la protección de sus brazos, los besos, el «ven aquí mi niño», los sábados de fútbol, la pesca de los domingos, los paseos en bicicleta. Si recordáramos esa época infantil, nunca podríamos volar solos ni llevarlos a la residencia.
                    Maldita memoria de sombras que olvida lo más importante y solo me trae sus burlas y humillaciones, como la vez que a los dieciséis años se rió de mí porque me había enamorado; o aquella otra, ya universitario, en la que me regañaba diciéndome que no me estaban dando estudios para casarme con la hija de un obrero.
                   Como no puedo pagar la residencia de los dos, hoy, cincuenta años después, he tenido que dar una respuesta.

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Con este microrrelato he participado en la convocatoria del concurso Esta Noche Te Cuento, en el que se proponía crear una historia inspirada en la fotografía realizada por Cristina García Rodero. 



jueves, 26 de julio de 2018

Plaza Roja

(Fotografía de Benoit Courti)

        Nos preguntaron si los podíamos fotografiar frente a la Catedral de San Basilio. Dijimos que sí. Eran valencianos, veinteañeros, muy guapos, de una belleza de azahar.
          No soy ducho en la cámara del móvil y debí tocar alguna tecla equivocada que me mostró una pantalla con una fotografía del desnudo de unas piernas embellecido por una tobillera de cuentas multicolor, como revelada sobre una radiografía pulmonar o sobre los mismos adoquines de la Plaza Roja. Eran las piernas ebúrneas de la joven sentada en una roca junto al mar, paralelas a la superficie en calma, de un tenebroso gris oscuro.
            Él la sentó en las rodillas y ella le echó los brazos al cuello. Luego, la joven alzó las piernas en forma de tijeras y quedaron al descubierto. Mientras posaban, ella me pidió que no saliera la silla de ruedas. Disparé justo en el momento en que sus miradas se abrazaban.

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Con este microrrelato he participado en la convocatoria del concurso Esta Noche Te Cuento, en el que se proponía crear una historia inspirada en la fotografía realizada por Benoit Courti. 

miércoles, 6 de junio de 2018

Verónica

(Óleo sobre cobre, S. XVII)



A Isabel Ausina
                              Tras dar un fuerte portazo, Su Santidad abandona los Archivos Secretos del Vaticano portando un paño de lino en las manos. La vibración origina que una zanja se abra en el suelo, cruce la Basílica, atraviese Roma y, por la Vía Apia, llegue al Vesubio, que la transforma en una serpiente de fuego. Bajo el mar, alcanza Jerusalén, y asciende por la Vía Dolorosa hasta la Sexta Estación. Justo en ese instante: el volcán entra en erupción; en la Catedral de Turín, la Sábana Santa tiembla y el cristal de la vitrina se resquebraja; en el Vaticano, el Santo Padre se postra ante la estatua de La Piedad y pide, a voz en grito, a la Virgen María y a todas las mujeres del mundo, su perdón por el daño que les han ocasionado en los dos mil años de ocultismo; en la Capilla Sixtina, la bóveda colapsa y se precipita sobre los cardenales, que reunidos en cónclave pretendían inhabilitar al Papa.
                              El Pontífice corre a la ventana de su habitación y mostrando la Santa Faz a la cristiandad les dice «Este es el verdadero rostro del Mesías».

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Con este microrrelato he participado en la convocatoria del concurso Esta Noche Te Cuento, en el que se proponía crear una historia inspirada en la siguiente fotografía realizada por Annie leibovitz:







                         


jueves, 31 de mayo de 2018

La pasión por escribir


«La pasión por escribir», un libro colectivo y solidario que ha coordinado y editado Francisco Rodríguez Tejedor con 38 escritores y poetas comprometidos con la infancia. Relatos, poemas, reflexiones, microrrelatos y pequeña reseña de cada autor. Yo colaboro con seis microrrelatos.
los derechos de autor han sido donados a Unicef y la Fundación Tomillo.
Book trailer colgado en you tube: AQUÍ
Puesto a vuestra disposición en Amazón (formato digital y versión impresa).
Anímate y colabora tú también, compra un ejemplar: Aquí: Amazón La pasión por escribir


lunes, 28 de mayo de 2018

Hombre primitivo

(Foto tomada de Internet)

Como paleontólogo, observando con detenimiento una tibia y un trocito de rótula, puedes reconstruir gráficamente cómo eran las mujeres hace millones de años, y, sin embargo, no eres capaz de darte cuenta de que ese «¿Vas a salir con la falda por encima de la rodilla?», es acoso.

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Mi participación en el IV Certamen YK Accesorios. Tema libre, extensión de 50 palabras, siendo obligatorio incluir «por encima de la rodilla»

viernes, 25 de mayo de 2018

Vitorino

Tomada de Internet)

          Se le había gripado el corazón. En su taller nos juntábamos la chiquillería del barrio, porque nos reparaba las bicis, por los calendarios de chicas con pechos Michelín y nalgas Pirelli. Al aproximarse Don Pedro, el cura, los dábamos la vuelta y aparecían la Inmaculada y Franco. También íbamos porque nos pagaba una peseta por abrillantar su Harley, y por los cuentos que inventaba con el santo del día. Si estaba con la cabeza metida en el motor, decía que a ese le cortaron la mollera por cabezón, por no querer dejar de ser cristiano; si con el cuerpo bajo el coche, con la tripa fuera, contaba que al pobre los leones le comieron las entrañas; si encima de una moto, afirmaba que aquel santo se cayó del caballo. Don Pedro, sentado sobre unos neumáticos, sonreía, se santiguaba por el ingenio del mecánico y le decía que hubiera sido un buen predicador si las motos no se hubieran cruzado en su camino.
          Me acerqué a su casa en Palomeras. Vitorino estaba abrazado al carburador de su vieja Harley, que parecía un peluche de plata. Junto a él, el anciano cura. Miré por detrás del calendario de Ángel Nieto. Sonreí.

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Este microrrelato resultó tercer finalista en el V Certamen de Microcuentos Blimunda – Vallecas Calle del Libro.






lunes, 21 de mayo de 2018

Palermo oculto

(Fotografía de Vladimir Bazan)

Se dice que en las noches oscuras de Palermo, algunas de las momias mejor conservadas de las Catacumbas de los Capuchinos abandonan su eterno enterramiento y visitan la Fontana Pretoria. Allí contemplan las hermosas estatuas desnudas, acarician con sus manos de hueso y carne reseca los brazos fuertes, los pechos tersos y los rostros suaves de mármol. Envidian su desnudez, su vida de sol, su blancura y las miradas de gozo que los turistas han dejado reflejadas en las aguas de la fuente. También se dice que en las tardes tórridas de verano, cuando los visitantes se refugian en los hoteles, algunas de las esculturas de la fontana recuperan la movilidad, estiran las piernas y bajan a las catacumbas. Allí admiran los cadáveres mejor momificados, sus vestiduras, los rostros desencajados, las mandíbulas sonrientes, el color marrón de la carne, la tibia temperatura y las miradas de miedo de los turistas prendidas en las paredes.
            Este trasiego de momias y estatuas no es percibido por los humanos, pues solo se produce cuando la dracaenae Campe, asomada al balcón, agita el pañuelo para indicar la soledad de las calles. En ocasiones, como fruto de estos encuentros, se engendran nuevos seres fantásticos.


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Microrrelato Coganador de la convocatoria de marzo de 2018 del concurso Esta Noche Te Cuento, , junto con Paz Monserrat Revilla y Lluis Talavera.

El tema era libre, pero usando como disparador esta fotografía de la fotografía deMaltete.



viernes, 11 de mayo de 2018

La canica


          El célebre escritor Jonathan Jiménez Montoya revela que el origen de todos sus cuentos surge de una casualidad. Se le presentó mientras recogía comida y objetos de valor indigente entre los residuos del vertedero de Valdemingómez. Allí, como un diminuto «Aleph» de color amarillo, entre compresas y mondas de naranjas, encontró una canica con las ideas que le han llevado a ser uno de los escritores más comerciales de las escombreras de la literatura. Dice que, dentro de dicho objeto, ve parejas enamoradas, ve noches con pátina láctea, ve amaneceres añiles, ve navajas introducirse en cuerpos desnudos, ve manantiales de sangre derramada, ve campanas que lloran a muerto…, y ve a Beatriz alejándose de la mano con un payo.

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 Este microrrelato ha resultado ganador en el Concurso de Lamicrobiblioteca correspondiente al mes de marzo de 2018

viernes, 6 de abril de 2018

Los Montes de Toledo en Lecturas de Yamil Cuéllar



Yamil Cuéllar es un actor y escritor cubano que reside en California. Tiene un canal de audio en el que narra y dramatiza libros.

Yo le sigo en su lectura actual de Sinuhé el Egipcio en “Lecturas de Yamil Cuéllar”, en Ivoox, Soundcloud y Facebook. Al final de cada lectura suele incluir alguna que otra reseña de libros que recomienda. Pues al finalizar el capítulo 49 ha tenido el detallazo de incluir la lectura de algunos de mis microrrelatos. Os recomiendo sus audios.
¡Muchas gracias. Yamil!

Aquí podéis escuchar la lectura de mis microrrelatos: 



miércoles, 14 de marzo de 2018

El cielo de las letras

(El cúmulo de galaxias SDSS J1038 más 4849 -NASA-ESA)


          Sé que tus restos se hacen simiente en el cementerio de tu pueblo, aquella aldea castellana que tanto amaste y glosaste en tus versos. Dicen que realmente se muere cuando te olvidan, luego aún no estás muerto, papá, pues me acuerdo mucho de ti. Apenas conociste Internet, pero para que lo entiendas: es un lugar virtual como tu cielo. Si en este vivirás eternamente al lado de tu Dios, en aquel perdurará siempre lo que se escriba. Es como una pizarra imborrable, un cielo de las letras. Por eso, para que no mueras nunca, transcribo en él una de tus poesías que podrás leerle a mamá, que seguro que está a tu lado, diciéndote lo que debes y no debes hacer.
* * *


(Van Gogh -Noche estrellada)

Trillador,
que en el día
aguantas en la era
el calor
trillando los haces
de la cosecha
y a la noche
te marchas a los prados
a dormir con las yeguas,
acuérdate
traerme
cuando vuelvas
—pues son tus amigas—
la más brillante
de las estrellas.
(Florentino Jiménez Gómez. Maestro Escuela. 14-03-1916; 08-09-1999)

martes, 13 de marzo de 2018

Pro domo sua

(Fotografía de Tom Waterhouse)


          En ocasiones, los sueños que anhelamos para con nuestros hijos se retuercen en escorzos del tiempo y te pasas el resto de tu vida mirando hacia atrás, pensando en esa sombra que arrastraremos siempre, preguntándote qué hicimos mal. Todo comenzó por culpa de nuestra melomanía, cuando llevamos a nuestra hija de diez años a clases de música. La profesora de violín nos dijo que todo virtuosismo no desarrollado antes de los quince años no se alcanzaría nunca, y que en Moscú estaban los mejores profesores. Ocho años de sacrificio, alternando vacaciones, unas veces su madre y otras yo, para estar más tiempo allí con ella. Nos hemos perdido su crecimiento, su día a día, todo por ella. Hemos sacrificado la vida y los ahorros para labrarle el futuro de Euterpe que quisimos para ella. Y ahora, nos vemos abandonados en una platea vacía, escuchando una composición sin armonía. Cuando nos visita, nuestros silencios de redonda se suceden en el pentagrama de nuestras vidas. Ella, sin embargo, dice que es feliz, no se acuerda del violín, nos habla de sus animales, de la vida en la reserva sudafricana de Madikwe, y de que cuando termine Biológicas se irá allí a vivir. 

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viernes, 2 de febrero de 2018

Cabo de vara

(Fotos tomadas de Internet)

          Entiéndelo hijo, si no lo hubiese hecho yo, lo hubiese realizado otro. Fue mi manera de sobrevivir. Cuando se llenaba la capacidad del campo, debíamos purgarlos, había que liberar espacio para los nuevos. Los colocábamos cara a la pared, así, como ves a esos en la barra de la cafetería, de espaldas, serios, preocupados, sin hablarse los unos a los otros, lo mismo que allí. Si hablaban les podía costar la vida. Lo llamaban diezmar, pero yo no siempre contaba de diez en diez, así evitaba que ellos se pelearan por las posiciones, no quería problemas. Unos días era cada ocho, otros cada doce. No se me olvidan las expresiones de aquellos rostros, las que ponían cuando posaba la mano sobre el hombro del elegido, se volvían espantados, con la cara blanca, como la que mostraba el payaso listo asombrado de la idiotez del tonto, ¿te acuerdas? Ese era uno de mis trabajos, alguien tenía que hacerlo, y me proporcionaba la seguridad de que ninguna mano se posara en mi hombro. Los fusilamientos casi siempre corrían a cargo de los soldados. Yo tengo la conciencia tranquila, ¿sabes?, salvaba a nueve de cada diez. Además, gracias a eso, tú vives.

viernes, 5 de enero de 2018

Carta a los Reyes Magos

(Foto tomada de Internet)

Queridos Reyes Magos:
Este año he sido muy buena, he estudiado mucho y no me he peleado con mi hermano. Como me ha dicho mi mamá que también lo estáis pasando mal, que tenéis problemas para pasar la frontera, voy a pedir pocas cosas. Quiero que me traigáis:
A mí, una cartera nueva para el colegio, sin muñequitos infantiles, mejor con fotos de Justin Bieber, para que no se rían de mí los otros niños.
A mi hermanito, una bicicleta roja con ruedines, un casco y un timbre.
A mi mamá, un estuche muy grande de maquillaje.
A mi papá.
María.