lunes, 18 de abril de 2011

Rebusco


No sé por qué cada vez que veo esta foto me lleva a Nueva York.
Rebuscar: 2. tr. Recoger el fruto que queda en los campos, particularmente el de las viñas, después de alzadas las cosechas. (DRAE).
"Cuando hagas la recolección en tu campo, si olvidas en él una gavilla, no vuelvas a buscarla. Déjala para el emigrante, el huérfano y la viuda, para que el Señor, tu Dios, te bendiga en todas tus empresas". (Deuteronomio: 24,19).
Cuando moceaba tuve que vendimiar la viña de mi padre. En alguna ocasión encontré racimos olvidados en las cepas: "déjalo para los pájaros", me decía. Hoy creo que su formación cristiana le impedía ir a rebusco. Cuando veo en las puertas traseras de los supermercados de mi barrio, a eso de las nueve de la noche, grupos de personas ataviadas con bolsas, a la espera de que saquen los productos caducados, para iniciar su rebusco, pienso si las normativas de la Unión Europea, referentes a las fechas de caducidad de los alimentos, son como un Deuteronomio moderno, dictado por un dios que tiene a Bruselas como cielo, y pensando precisamente en: emigrantes, huérfanos, viudas... ¡Cómo cambian los tiempos!... Ahora habría que añadir: pensionistas, parados, becarios...
Claro que para no deprimirme me voy buscar a algún amigo que me diga que lo del paro es mentira, y luego podemos hablar de qué haremos si el Rayo Vallecano tiene que cerrar por falta de euritos, o de qué pasará con Mourinho si no gana ninguna copa para el Real Madrid.
Después, ya totalmente restablecido, me iré para casa pensando que quién sabe, quizás ocurra como con las entidades financieras y los gobiernos ayuden para evitar la crisis del futbol, pues los mercados bastante hacen con sacar los productos caducados. También llegaré a pensar que esa foto no la tomé en el Paseo de Gracia de Barcelona y que alguna vez estuve en Nueva York o que me gustó el futbol. Con un poco de suerte, hasta no me acordaré de que hoy tampoco encontré trabajo.

viernes, 1 de abril de 2011

Con sangre entra


A un pueblo de Galicia llegó un bardo que hacía poesías dando hostias a los nativos. Era un poco violento, pero las tortas rimaban.